Psicología Tarragona

Un poco de historia sobre la Gestalt

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La teoría de la Gestalt apareció en la Alemania de principios de siglo XX como reacción a la psicología conductista, que rechazaba la consideración de los estados subjetivos de consciencia a la hora de investigar sobre el comportamiento de las personas y ponía énfasis en los efectos que el contexto familiar, y por extensión social y cultural, tiene sobre nosotros. A diferencia de los conductistas, los investigadores que se adscribían a la teoría Gestalt se preocupaban básicamente por estudiar los procesos mentales que por aquella época se consideraban algo fundamentalmente invisible, al no existir herramientas para llegar a conocer bien lo que ocurrirá en el cerebro. De este modo, la teoría de la Gestalt nos acerca a una concepción del ser humano caracterizado por su papel activo a la hora de percibir la realidad y tomar decisiones. Según los gestaltistas, todos creamos en nuestra mente imágenes más o menos coherentes sobre nosotros y lo que nos rodea, y estas imágenes no son la simple unión de las secuencias de información que nos llegan a través de nuestros sentidos, sino que son algo más.

Construyendo la realidad e interpretándola

La palabra alemana Gestalt, que muchas veces se traduce al español como «forma», representa este proceso por el que construimos marcos de percepción de la realidad: todas las personas interpretamos la realidad y tomamos decisiones sobre ella en base a estas «formas» o «figuras» mentales que vamos creando sin darnos cuenta. La teoría de la Gestalt se centra en dar explicaciones acerca de nuestra manera de percibir las cosas y tomar decisiones a partir de las «formas» que creamos.

Ejemplos para entender la idea de «forma»

Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en las películas. A pesar de ser una sucesión de fotografías que pasan rápidamente, nosotros las percibimos como algo muy distinto: una secuencia de imágenes en movimiento. A pesar de que esta cualidad (el movimiento) no esté presente en las distintas imágenes, lo que experimentamos es una globalidad que sí tiene esta propiedad. Desde la perspectiva de la teoría de la Gestalt esto es así porque creamos formas globales sobre la realidad que nos rodea, en vez de limitarnos a recibir pasivamente la información que le llega de todas partes y reaccionar en consecuencia. Lo mismo queda manifestado claramente cuando vemos esas ilusiones ópticas en las que aparecen dos o más imágenes superpuestas pero no somos capaces de ver más de una a la vez: la globalidad de la figura parece apoderarse de nuestros sentidos