El estrés es una respuesta no especifica del organismo ante cualquier demanda que se le imponga. Cualquier factor difícil de adaptar que induce a un estado de desequilibrio e intrusión que perjudica. Es decir, el la situación del estado del organismo caracterizado por la tensión o la falta de tranquilidad ante una amenaza o presión extrema bien sea real o imaginaria. Es un termino que proviene de la palabra inglesa “STRESS”, que significa “TENSION”. Un cierto grado de estrés es normal ante las exigencias del mundo exterior y los cambios propios del organismo.
El estrés positivo se dice que ayuda al individuo a madurar y crecer como persona, pero, cuando esta tensión supera la capacidad de adaptación del individuo, se produce en el un estado de desasosiego que impide sentirse bien y es responsable de muchas enfermedades.
Para algunas personas una serie de situaciones pueden ser estresantes pero para otras no, dado el nivel de vida actual cada vez hay mas situaciones que pueden provocar estrés, por ello os dejamos unas pequeñas claves para combatirlo.
Conózcase a sí mismo.
- Aprenda a reconocer sus reacciones frente al estrés y véalas como un aviso.
Investigue las causas.
- Precise las causas inmediatas de su estrés. ¿Trabajo, familia, dinero? Puede que se esté exigiendo demasiado.
Aprenda a relativizar.
- Tal vez se estrese por cosas que pronto se olvidan. No se deje acelerar por pequeñas preocupaciones. Sólo son preocupaciones, no catástrofes.
No formule casos hipotéticos.
- No se atormente por los «y si…». En la mayoría de los casos, nos preocupamos en exceso por situaciones que nunca llegan a suceder.
Aprenda a respirar adecuadamente.
- No pierda la cabeza sobre lo que no tiene remedio. Respire profundo, poner en prácticas algunos ejercicios respiratorios puede resultar altamente efectivo.
Busque compensaciones.
- Si lo está pasando mal en el trabajo, busque apoyo en la familia; y recurra al trabajo si lo que falla es la vida familiar.
Delegue las responsabilidades.
- Dé y acepte apoyo social. Comparta las cargas.
Abarque sólo lo que pueda.
- Sea realista y evite luchar contra fantasmas.
Manténgase en forma.
- Haga ejercicio físico para liberar la energía contenida por el estrés. Evite los licores y el tabaco.
Valore y asuma la situación.
- Cambie lo que pueda cambiar. Acepte lo que no puede, e intente una compensación si la situación es seria o duradera.