Psicología Tarragona

Pareja y conflictos en el confinamiento

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En el post de hoy hablaremos sobre la pareja y conflictos en el confinamiento, y como puede facilitar la situación excepcional la aparición de conflictos.

Pareja y conflictos en confinamiento

  1. Conflicto: ¿Qué es el conflicto?
    1. El Individuo y la Identidad
    2. El desapego y el amor
    3. Las necesidades y recursos personales
    4. Que entendemos por conflicto
  2. La Pareja: ¿Qué es la pareja?
    1. La pareja y los contratos
  3. El encuentro

1.¿Qué es el conflicto?

Significado de Conflicto según la RAE.

Del latin conflictus.
1. m. Combate, lucha, pelea. U. t. en sent.
fig.

2. m. Enfrentamiento armado.

3. m. Apuro, situación desgraciada y de difícil salida.

4. m. Problema, cuestión, materia de discusión. Conflicto de competencia, de jurisdicción.

5. m. Psicol. Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.

6. m. desus. Momento en que la batalla es más dura y violenta.

2. El Individuo y la Identidad

El individuo y la identidad son las claves para entender el concepto de conflicto en una persona. Los seres humanos somos educados desde la infancia para servirnos como individuos y transitar por el mundo haciéndonos valer de nuestra independencia,  sin necesitar nada más del otro. De ahí que cada uno mire por sí mismo. Más adelante veremos que él individuo se da cuenta de que siempre va a necesitar del otro para cumplir sus objetivos y buscará relaciones, eso sí, en base a su interés.

3.El desapego y el amor

El desapego y el amor desinteresado son valores que normalmente pertenecen al área de lo espiritual-religioso y no tiene ninguna transcendencia en el mundo profano. Incluso en esta tesitura, el que se entrega «desinteresadamente» al otro, tiene un interés, incluso más grande aún si cabe que en el caso anterior; un más allá pleno de paz y felicidad. Así podemos definir básicamente nuestra forma de estar en el mundo; narcisismo e interés puro. Incluso en los procesos terapéuticos trabajamos la revisión de dicha independencia para lograr un mayor crecimiento personal y emocional propio.

Merece un reconocimiento la sagrada filosofía suprema de la Vedanta Advaita que sí que considera la realización del otro como propia, al fin y al cabo considera el todo y a todos como una realización de la expresión de lo Divino. Su metáfora más conocida reza: «Todos somos olas de un mismo mar.»
Volviendo al tema que nos ocupa podemos decir que: El conflicto nace de esta base; la defensa de nuestras necesidades e intereses.

4. Las necesidades y recursos personales

La sensación de falta de recursos personales hace que busquemos estos bienes en otras personas. Esta sensación puede surgir de inseguridades, falta de confianza, o limitación de recursos, dado que como es lógico, no todos poseemos aquello que necesitamos y hay otras personas que nos lo pueden proporcionar. Nuestro cerebro límbico o mamífero realiza un trabajo esencial, por medio de la expresión del cariño y afecto, para entendernos y negociar estos recursos de los que carecemos.

5. Que entendemos por conflicto

Dicho esto, entendemos como conflicto cuando en la relación entre una persona y otra anteponemos una necesidad nuestra que habíamos proyectado en el otro. Esta necesidad no ha sido cumplida y esto corta el contacto del que disfrutábamos. Cabe decir que el contacto no es más que un disfrute del contrato que nuestros cerebros límbicos habían firmado con anterioridad y esta parte mamífera nuestra estaba disfrutando de una seguridad y confort impresionante.

1.La pareja según la RAE

f. Conjunto de dos personas, animales o cosas que tienen entre sí alguna correlación o semejanza, y especialmente el formado por … Esto es un extracto. Ver definición completa en el Diccionario de la RAE.

2.1. La pareja y los contratos

¿Cuál
fue el contrato que yo firmé con esa persona?

Esto ya pertenece al pasado, y como pasado buen recuerdo es, y también como solemos decir los terapeutas: el recuerdo es inconscientemente manipulado  a nuestro beneficio en todo momento.
En la sociedad actual, con los múltiples placeres y comodidades de que disfrutamos y que damos por sentados en nuestra vida mamífera, es muy complicado y complejo acordar contratos precisos y recordarlos con claridad en nuestras relaciones. Esto es un caso único en el mundo mamífero. El resto de especies que comparten la cualidad de alimentarse de las mamas de sus progenitoras, disfrutan de contratos más sencillos y sobre todo reconocidos por igual en el resto de congéneres de su especie. Es evidente que el proceso de cuidado entre los miembros de una manada es claro y monótono, en el caso de los humanos, hay diferentes carreras universitarias, grados, corrientes  y múltiples «masters» que lo estudian.
Cada vez que veo a una pareja e intento leer el contrato «subliminal» realizado en terapia me aparece la imagen del mítico genio Grouxo Marx leyendo el famoso contrato que decía «La parte contratante de la primera parte, será considerada como la parte contratante de la primera parte» y acaba diciendo «su palabra es suficiente para mí; dígame ¿la suya es suficiente para usted?», y así es luego los conflictos se suceden a medida que no se cumplen las diferentes necesidades presupuestas y no sabemos cómo gestionarlas.

Teniendo en cuenta que estas situaciones se van a dar de forma abundante en nuestra realidad, y que sería fantasear mucho si pretendiéramos realizar un contrato que incluyera todas las posibles situaciones y causas que nos vamos a encontrar en la vida (sin tener en cuenta los cambios que sufre un ser humano a nivel personal a lo largo de esta), lo mejor es saber de qué modo resolverlos sanamente, cuando surjan.

2. El encuentro

La clave para ello sería encontrar un espacio para poder expresar cada uno lo que siente, y ofrecer al otro la posibilidad de ver su dolor. La otra persona se sentirá con la libertad de reconocer si a ella le es posible abordar la necesidad de su compañera/o, y viceversa. De ahí cada uno de los participantes en este contrato podrá retomar su viaje con conciencia y responsabilidad, juntos o separados, después de realizar una valoración objetiva y sobre todo sana, de las capacidades, limitaciones y necesidades de cada uno. En fin, retomar el contacto.

Sergio García

Terapeuta Gestalt en SN Psicologia