La soledad social o emocional llega cuando menos te lo esperas. Es común pensar que es algo negativo, pero puedes aprender a convivir con ella y disfrutar del lado positivo.
Sensación de aislamiento, desamparo,…Te preguntes qué te ocurre. Sientes soledad. Existen dos tipos: la emocional y la social. «Esta última es cuando realmente la persona no tiene una red de gente a su alrededor y realmente está sola; mientras que la emocional es cuando incluso estando rodeado de personas uno se siente solo», explica la psicóloga y psicoterapeuta Sònia Navarro.
Establecidas las bases, la especialista recuerda que hay personas que «se sienten a gusto consigo mismas estando en soledad social, pero otras a pesar de tener familiares y amigos lo pasan mal porque se sienten solas».
La soledad emocional comienza en la infancia. Desde el punto de vista de la psicoterapeuta, «son niños que se han sentido poco cuidados a nivel emocional por parte de la madre y esta ausencia emocional no la puede cubrir otra persona». Un domingo por la tarde, en una celebración,…
Seguro que en algún momento de la vida te has sentido solo. Pero también hay personas que de forma continua sienten en el cuerpo esta sensación. «Cuando una persona asegura que siente soledad, además de estar aislado, también tiene miedo al rechazo, a no formar parte de un grupo, piensa que no importa a la gente de su entorno», asegura la psicóloga Sònia Navarro, y añade que «estar solo no es lo mismo que sentirse solo». Remediar la soledad social es más fácil que ponerse a rebuscar en los sentimientos de la soledad emocional. «Lo difícil es expresarla, ya sea a través de la palabra, de la escritura, de dibujos, una canción, etc.
El siguiente paso es darse cuenta de que encerrarse en uno mismo no conduce a nada. «Lo importante es tener una actitud activa para realizar actividades lúdicas o intelectuales ». A nivel terapéutico la persona debe buscar el origen de este sentimiento y el grado de profundidad de esta soledad.