¿Qué significa para ti la palabra maternidad? ¿Qué sensaciones te llegan al mirar la foto?
La maternidad empieza mucho antes de quedarte embarazada. La maternidad es una elección libre, que se siente o no se siente, se experimenta o no. A veces, desde la consciencia nos decimos que no es el momento adecuado. Siempre nos faltan los recursos. O la pareja no está bien, o el trabajo no está bien, o una siente que no está preparada para tanta responsabilidad. Al final todo son excusas. Excusas para no asumir que quizás el buen momento (el que nosotras creemos) nunca llegará, porque siempre habrá más excusas viables que nos impedirán poner consciencia y foco en este proceso (otras veces, ni tan siquiera pensamos tanto, lo queremos, lo sentimos y no nos ponemos excusas).
Muchas veces, la razón nos ofrece un sinfín de impedimentos para ir post poniendo el momento ‘’ideal’’, pero, ¿y la parte menos racional? ¿Y la parte más inconsciente? ¿Te has parado a sentir que quieres de verdad en vez de darle vueltas a lo que es o no es correcto? ¿A cuál es o no es el mejor o peor momento?
Los boicoteos
Imaginaros un campo de batalla. Vemos la salida, la meta, el final. Hay diferentes caminos viables para llegar y alcanzar el objetivo. Algunos de ellos son más complicados, con más trabas y más obstáculos. Si lo vemos seguro y sentimos claramente que queremos llegar a nuestra meta, optaremos por escoger el camino más fácil, el que nos lleve a un final más rápido y con menos rasguños. No obstante,
muchas veces escogemos el camino más difícil. Nos auto engañamos diciéndonos que queremos llegar rápidamente, y lo más sanamente posible, pero nos adentramos en un sinfín de líos y embrollos de los que no salimos. ¡Nos esforzamos y sudamos la gota gorda! y nos seguimos convenciendo de que sí queremos llegar, pero nos seguimos encontrando con más dificultades.
Con la mente pasa lo mismo. De forma consciente nos decimos que sí, pero el inconsciente nos boicotea de tal forma, que no llegamos a nuestro objetivo. Entonces nos hacemos muchas preguntas, a un plano muy físico, olvidándonos, en ocasiones, de la parte más emocional y más transgeneracional. A veces, no depende de nosotras mismas, depende de algo más profundo que se escapa de nuestras manos. Algo que quizás debemos trabajar de forma terapéutica, para encontrar nuestros miedos reales más profundos, nuestras lealtades. A veces, no nos permitimos la felicidad, porque aún sin saberlo, creemos que no la merecemos. A veces, sufrimos tanto de niños que nuestra mente y nuestro cuerpo se cierran por dolor, por no revivir. A veces atendemos a mandatos. Nos seguimos cuestionando y fustigando, porque en un plano físico y real, aquí y ahora, seguimos sin conseguir nuestro propósito que es ser mamás.
La maternidad va mucho más allá que engendrar un embrión. Entran en juego muchos factores, a veces poco conscientes. Entran en juego factores que ni siquiera imaginamos. La maternidad es como ir tejiendo una telaraña. Poco a poco, ir contactando con nuestros miedos, conocer nuestra historia, darnos cuenta de nuestros bloqueos y de cómo llegamos a boicotearnos (de forma muy inconsciente).
Solo encontrando la paz y el equilibrio interno podrás gestionar todas las emociones que vayan surgiendo. Por la alegría, la tristeza, el miedo, la rabia que todo proceso, sea cual sea conlleva. Pide ayuda si es necesario. En determinados momentos todos la necesitamos, porque todos pasamos por la fortaleza y la vulnerabilidad, y en ese tránsito, una mano nunca está de más.
Como todo en la vida, se trata de tomar decisiones que a veces nos son más favorables y a veces menos. Mírate y escúchate, tanto como necesites, para encontrar cuál es tu verdadera meta. A veces, en el camino hacemos sacrificios que nos compensan, que igualmente nos hacen llegar a ese objetivo. Quizás, no de la manera soñada o imaginada, y todo y así, sentirte feliz de igual modo.
Psicóloga sanitaria y terapeuta Gestalt en SN Psicología
